Por: Cristina Rivas
Los artículos y tiendas eróticas son cada vez más comunes en la República Dominicana; no sólo se trata de simples objetos sexuales, se han convertido en una tendencia que está aportando cada vez más en la salud sexual de las parejas.
Más allá de las sensaciones placenteras que puedan generar entre los usuarios, los juguetes para adultos tienen aplicaciones concretas para la salud física y mental de las personas.
Tiempos atrás quienes pasaban frente a una tienda de objetos sexuales ni siquiera se atrevían a voltear la mirada y mucho menos detenerse a ver lo que exhiben los aparadores. Sin embargo, hoy en día mujeres y hombres de diversas edades y preferencias sexuales visitan estos tipos de negocios.
Artículos como los vibradores han ayudado a que muchas mujeres conozcan y disfruten de su denominado “punto G”. Existen líneas de juguetes específicas diseñadas para aprender a localizar dichas zonas con facilidad.
En los denominados Sex Shop también se pueden encontrar, aceites para masajear la piel, distintos tipos de lubricaciones a base de agua y sus complementos con efectos: calor, frío, dilatador, sabores, entre otros.
Aunque los juguetes sexuales traen consigo muchos beneficios, es fundamental que los consumidores se fijen en la etiqueta de los productos para saber con qué tipo de materiales están hechos. Los especialistas en el tema sugieren que si estos poseen un olor a plástico fuerte, es mejor no adquirirlos.
En la actualidad, utilizar un juguete sexual ya no tiene por qué ser algo de que avergonzarse. Al contrario, el querer incluir uno en la intimidad, podría indicar que se está abriendo más a su sexualidad y a la idea de conocer mejor su cuerpo.
En pareja, los juegos sexuales pueden ser una buena herramienta para redescubrir el placer y darle una nueva buena vida a la sensualidad, encontrando nuevos efectos de goce. Lo ideal es utilizar la imaginación y tratar, en lo posible, de cumplir las fantasías más escondidas.
Más allá de las sensaciones placenteras que puedan generar entre los usuarios, los juguetes para adultos tienen aplicaciones concretas para la salud física y mental de las personas.
Tiempos atrás quienes pasaban frente a una tienda de objetos sexuales ni siquiera se atrevían a voltear la mirada y mucho menos detenerse a ver lo que exhiben los aparadores. Sin embargo, hoy en día mujeres y hombres de diversas edades y preferencias sexuales visitan estos tipos de negocios.
Artículos como los vibradores han ayudado a que muchas mujeres conozcan y disfruten de su denominado “punto G”. Existen líneas de juguetes específicas diseñadas para aprender a localizar dichas zonas con facilidad.
En los denominados Sex Shop también se pueden encontrar, aceites para masajear la piel, distintos tipos de lubricaciones a base de agua y sus complementos con efectos: calor, frío, dilatador, sabores, entre otros.
Aunque los juguetes sexuales traen consigo muchos beneficios, es fundamental que los consumidores se fijen en la etiqueta de los productos para saber con qué tipo de materiales están hechos. Los especialistas en el tema sugieren que si estos poseen un olor a plástico fuerte, es mejor no adquirirlos.
En la actualidad, utilizar un juguete sexual ya no tiene por qué ser algo de que avergonzarse. Al contrario, el querer incluir uno en la intimidad, podría indicar que se está abriendo más a su sexualidad y a la idea de conocer mejor su cuerpo.
En pareja, los juegos sexuales pueden ser una buena herramienta para redescubrir el placer y darle una nueva buena vida a la sensualidad, encontrando nuevos efectos de goce. Lo ideal es utilizar la imaginación y tratar, en lo posible, de cumplir las fantasías más escondidas.