lunes, 20 de febrero de 2012

Barco encallado es un serio riesgo de contaminación


Acento.com.do

SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El programa Nuria-Investigación periodística denunció que un barco encallado en las costas cercanas a la isla Beata, en el extremo Suroeste de la República Dominicana, constituye un serio peligro de contaminación para el país, sin que ninguna autoridad le preste atención.

El buque Konstantinos es una embarcación de matrícula hondureña que cubría la ruta Jamaica-Santo Domingo, y que se encalló en las proximidades de la isla Beata en el año 2002.

Tres gobiernos han pasado por la administración del Estado dominicano, y ninguna autoridad ha dispuesto el rescate y traslado seguro del buque, el cual contiene combustibles y otros insumos que constituyen un peligro de contaminación.

Un informe de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, hecho a solicitud de la Procuraduría de Medio Ambiente en el 2007, establece que el Konstantinos es un carguero de unos 12 a 15 metros de acho por 110 a 120 pies de largo, y que tiene 14 depósitos con hidrocarburos.

En ese informe se indicaba que el combustible almacenado en el barco era una especie de lubricante, en una cantidad importante, con el riesgo de oxidarse por el salitre y que comenzara a derramarse.

La periodista Nuria Piera advirtió que si no se toman las medidas de seguridad necesarias, se podría generar una contaminación de grandes proporciones en la isla Beata, en la costa y en el Parque Nacional Jaragua, que es área protegida y una de las zonas de gran variedad de biodiversidad terrestre, costera y marina.

También podría dañar Bahía las Águilas y su población de tortugas, además de los arrecifes y los peces, y de paso a los pescadores.

Según el ingeniero Alexander Holsteinson, especialista costeromarino, un derrame de los combustibles del buque Konstantinos tendría efectos nocivos incluso en la costa del Gran Santo Domingo, sobre todo si sopla el viento desde el suroeste.

El Konstantinos, según el acta de declaración de accidente marítimo levantada por el capitán del barco, Georgios Vasileiadis, de nacionalidad griega, y entregada a la Marina de Guerra, partió de Kinstong, Jamaica, con destino al Puerto de Santo Domingo el 14 de febrero del 2003, y el día 23 encalló. La tripulación abandonó el barco el día 24 de febrero del 2003.

El acta establece que el tanque de combustible contiene 20,000 galones de gasoil y 10 mil galones más diferidos en 4 tanques en popa. Tan pronto el buque presentó desperfectos mecánicos, el capitán comenzó a llamar al propietario del mismo, el sr. Konstantinos Kalantzis y le comunicó lo sucedido. Éste se comprometió a comunicarse con la compañía aseguradora para mandar un remolcador.