EL JEFE DE LA INSTITUCIÓN ORDENÓ LA MEDIDA TRAS EL SEPELIO DE CARLOS ISMAEL DE LOS SANTOS EN QUE METIERON BEBIDAS Y ARMAS DE FUEGO EN UN ATAUD
Elvira Hernández
Santo Domingo
El jefe de la Policía, mayor general José Armando Polanco Gómez, informó hoy que ordenará a los directores regionales, comandantes departamentales y supervisores, para que se hagan cargo de sepultar los cadáveres de supuestos delincuentes que caigan en manos de agentes de ese organismo, a fin de evitar situaciones como el sepelio del supuesto cabecilla de una banda celebrado ayer con bebidas y armas de fuego en el ataúd.
“Estamos haciendo un memorando dirigido a los directores regionales, comandantes departamentales y los supervisores, para que cuando ocurra un evento como ése se hagan cargo del cadáver y le den cristiana sepultura”, dijo el jefe policial, al referirse al sepelio de Carlos Ismael De los Santos, alias Boyón, quien fue ultimado por agentes el pasado martes y estaba acusado de la comisión de varios crímenes.
El cortejo fúnebre de De los Santos fue celebrado en medio de música y algarabía y dentro del ataúd se colocaron unas cinco armas de fuego, acción que, según Polanco Gómez, es investigada para determinar si eran de juguete o no.
Rechazó la forma en que se produjo el sepelio, tras indicar que no se puede permitir que se violenten las buenas costumbres.
“Estamos haciendo un memorando dirigido a los directores regionales, comandantes departamentales y los supervisores, para que cuando ocurra un evento como ése se hagan cargo del cadáver y le den cristiana sepultura”, dijo el jefe policial, al referirse al sepelio de Carlos Ismael De los Santos, alias Boyón, quien fue ultimado por agentes el pasado martes y estaba acusado de la comisión de varios crímenes.
El cortejo fúnebre de De los Santos fue celebrado en medio de música y algarabía y dentro del ataúd se colocaron unas cinco armas de fuego, acción que, según Polanco Gómez, es investigada para determinar si eran de juguete o no.
Rechazó la forma en que se produjo el sepelio, tras indicar que no se puede permitir que se violenten las buenas costumbres.