Se trata de una tendencia que crece en los EEUU, donde compañías y organismos oficiales exigen hasta las contraseñas. Hay quienes rechazan la legalidad de tal solicitud
Desde la aparición de las redes sociales, muchos ejecutivos a cargo de las contrataciones revisan los perfiles de Facebook de sus empleados disponibles para el público en general, sus cuentas de Twitter y otros sitios para obtener información sobre los candidatos a un puesto. Con frecuencia, no obstante, la gente no permite el acceso indiscriminado a sus cuentas sino que lo restringe a sus conocidos.
"Es como pedirle las llaves de su casa a uno", sostiene Orin Kerr, profesor de leyes de la George Washington University y ex procurador federal, quien considera ese requisito "una grave violación a la privacidad".
Las compañías que no solicitan los códigos personales apelan a recursos como pedir al postulante que se haga amigo de algún ejecutivo de la firma o que abra su cuenta en una de las computadoras de la empresa durante la entrevista. Una vez contratados, hay firmas que piden a sus empleados que se comprometan por escrito a no hablar mal de la empresa en las redes sociales.
Desde la aparición de las redes sociales, muchos ejecutivos a cargo de las contrataciones revisan los perfiles de Facebook de sus empleados disponibles para el público en general, sus cuentas de Twitter y otros sitios para obtener información sobre los candidatos a un puesto. Con frecuencia, no obstante, la gente no permite el acceso indiscriminado a sus cuentas sino que lo restringe a sus conocidos.
"Es como pedirle las llaves de su casa a uno", sostiene Orin Kerr, profesor de leyes de la George Washington University y ex procurador federal, quien considera ese requisito "una grave violación a la privacidad".
Las compañías que no solicitan los códigos personales apelan a recursos como pedir al postulante que se haga amigo de algún ejecutivo de la firma o que abra su cuenta en una de las computadoras de la empresa durante la entrevista. Una vez contratados, hay firmas que piden a sus empleados que se comprometan por escrito a no hablar mal de la empresa en las redes sociales.