CHICAGO. El primer día de los entrenamientos de pretemporada, Albert Pujols se paró ante los micrófonos en Arizona a fin de presentar formalmente una nueva era para los Angelinos de Los Ángeles.
"Aquí estoy", afirmó el dominicano.
Cuando la temporada regular ya lleva casi un mes, es entendible que los aficionados de los Angelinos se pregunten si el anuncio no fue un poco prematuro. El propietario del equipo, Arte Moreno, desembolsó 240 millones de dólares por un superastro que aún no ha redituado.
La campaña está en sus inicios y falta mucho béisbol por jugarse. No hay razón para entrar en pánico por su bateo o repentina falta de poder, incluso en momentos en que los Angelinos comienzan a preocuparse por un arranque que los tiene trastabillando en la cola de la división Este de la Liga Americana, a nueve juegos de los Rangers de Texas.
En los últimos días, el equipo dio de baja a un pelotero que gana nueve millones de dólares al año y envió a las menores a su cerrador. Los jugadores tuvieron su propia reunión de equipo a puerta cerrada en un intento por determinar qué ha estado mal.
Pero no hay mucho que puedan hacer sobre Albert Pujols salvo esperar y tener esperanza. Tendrán que esperar a que el caribeño comience a conectar con la contundencia que siempre lo caracterizó en San Luis. Confían en que su caída de efectividad en el bateo sea sólo temporal, no un preludio doloroso de lo que podrían ser los próximos 10 años.
"La muestra es pequeña para establecer ahora una tendencia en cuanto a lo que ocurre", dijo el piloto de los Angelinos, Mike Scioscia. "Empezaremos a ver que él hará algunas cosas a medida que se sienta cómodo en la caja de los bateadores", apuntó.
"Aquí estoy", afirmó el dominicano.
Cuando la temporada regular ya lleva casi un mes, es entendible que los aficionados de los Angelinos se pregunten si el anuncio no fue un poco prematuro. El propietario del equipo, Arte Moreno, desembolsó 240 millones de dólares por un superastro que aún no ha redituado.
La campaña está en sus inicios y falta mucho béisbol por jugarse. No hay razón para entrar en pánico por su bateo o repentina falta de poder, incluso en momentos en que los Angelinos comienzan a preocuparse por un arranque que los tiene trastabillando en la cola de la división Este de la Liga Americana, a nueve juegos de los Rangers de Texas.
En los últimos días, el equipo dio de baja a un pelotero que gana nueve millones de dólares al año y envió a las menores a su cerrador. Los jugadores tuvieron su propia reunión de equipo a puerta cerrada en un intento por determinar qué ha estado mal.
Pero no hay mucho que puedan hacer sobre Albert Pujols salvo esperar y tener esperanza. Tendrán que esperar a que el caribeño comience a conectar con la contundencia que siempre lo caracterizó en San Luis. Confían en que su caída de efectividad en el bateo sea sólo temporal, no un preludio doloroso de lo que podrían ser los próximos 10 años.
"La muestra es pequeña para establecer ahora una tendencia en cuanto a lo que ocurre", dijo el piloto de los Angelinos, Mike Scioscia. "Empezaremos a ver que él hará algunas cosas a medida que se sienta cómodo en la caja de los bateadores", apuntó.
The Associated Press