SANTO DOMINGO. En la tarde de ayer corrió como pólvora en las redes sociales un supuesto llamado del PRD a movilizaciones en las calles, y dizque habían sido ocupados militar de medios de comunicación y locales del partido blanco.
También ganó cuerpo la "bola" de quema de neumáticos en barrios en las proximidades de la sede central de la JCE.
El estremecimiento, que semejó al creado cuando un productor de un programa de televisión de Santiago denunció la supuesta existencia de una cuenta millonaria de la Primera Dama, no se aplacó ni con el desmentido "categórico" hecho Orlando Jorge Mera, secretario general del PRD, en su cuenta de Twitter, que desvinculaba a su partido de cualquier acción encaminada a alterar el orden público.
Ese ambiente de incertidumbre antecedió el discurso de Hipólito Mejía, por lo que muchos de los rumores en la red vinculaban la alocución a un supuesto llamado a desconocer el resultado de los comicios.
A cada instante, la redacción DL recibió llamadas desde varios puntos de la capital sobre militarización y disturbios, sin que tuvieran asidero en la realidad.
La situación llegó al extremo de que establecimientos de algunos centros comerciales y pequeños negocios, como bancas de apuestas y colmados, cerraron sus puertas.
También ganó cuerpo la "bola" de quema de neumáticos en barrios en las proximidades de la sede central de la JCE.
El estremecimiento, que semejó al creado cuando un productor de un programa de televisión de Santiago denunció la supuesta existencia de una cuenta millonaria de la Primera Dama, no se aplacó ni con el desmentido "categórico" hecho Orlando Jorge Mera, secretario general del PRD, en su cuenta de Twitter, que desvinculaba a su partido de cualquier acción encaminada a alterar el orden público.
Ese ambiente de incertidumbre antecedió el discurso de Hipólito Mejía, por lo que muchos de los rumores en la red vinculaban la alocución a un supuesto llamado a desconocer el resultado de los comicios.
A cada instante, la redacción DL recibió llamadas desde varios puntos de la capital sobre militarización y disturbios, sin que tuvieran asidero en la realidad.
La situación llegó al extremo de que establecimientos de algunos centros comerciales y pequeños negocios, como bancas de apuestas y colmados, cerraron sus puertas.