Con pocos recursos los productores de uva de la provincia Bahoruco han consolidado su producto insignia, al lograr una cosecha de 40 mil quintales al año, con la adaptación de 11 variedades en los últimos diez años. Sin embargo, solo el 10 % de esta producción es usada con fines industriales.El director del Instituto Nacional de la Uva (Inuva), Carlos Gabriel Pérez, entiende que en vez de los RD$50 millones que se producen anualmente, la cifra podría aumentar a RD$300 millones si el Estado fortalece el apoyo a más de 300 productores del valle de Neyba, los cuales están organizados en cinco asociaciones y una cooperativa. Con el apoyo del Inuva han logrado incrementar la producción de vinos de 2,500 a 100 mil litros en los últimos cuatro años.
El principal inconveniente que enfrentan es la falta de mercados, ya que por el momento el único comprador es el Plan Social de la Presidencia con una factura de 60 mil litros de vino, quedando 40 mil sin comprador fijo.
Uno de los propósitos del Inuva para el 2013 es traer desde Venezuela, variedades de uvas de mesa, conocidas como Rojo Grande, para adaptarlas al clima del Valle de Neyba.
Según Carlos Gabriel Pérez, el mercado nacional está importando 4 millones de libras de uva al año, y los técnicos de esa entidad están convencidos que con la adaptación de la Rojo Grande en la zona, se podrían producir 2 millones de libras de uva de esa variedad, lo que representaría ingresos por unos 100 millones de pesos para los productores.
Durante los últimos 10 años en el campo vitícola del Inuva se han probado unas 33 variedades de uva, de las cuales fueron validadas once, las cuales se han adaptado plenamente al clima de la región. Sin embargo, señala que la adaptación ha sido difícil debido a que el cultivo de la uva es de un alto costo, lo que ha obligado a someter al Fondo Especial para el desarrollo Agropecuario un proyecto de financiamiento de 43 millones de pesos para el fomento del cultivo.
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