Los peledeístas no terminan de comprender que en la sique de sus aliados reformistas está profundamente entronizado el convencimiento de que le deben un agradecimiento eterno a Balaguer, y por extensión a ellos, sin los cuales, y es verdad, difícilmente habrían alcanzado el poder en 1996, cuando se constituyó el Frente Patriótico para cerrarle el paso a Peña Gómez, y siendo así, esa deuda no se paga con nada, porque han trillado juntos un largo camino. Verdad que ha habido disensiones en el lado reformista, pero el pacto ha sido extendido en términos muy convenientes al PLD. Euclides Gutiérrez se calentó con la expresión de que el país anda muy mal si tiene a Balaguer como el político más admirado, pero razones no le faltan.
www.elcaribe.com.do
