Sonido del Yaque es un ejemplo tangible de como las comunidades puedan ofrecer servicios ecoturísticos sostenibles de alta calidad para mejorar sus condiciones de vida. El Complejo cuenta con 6 cabañas reestructuradas, un restaurante y sistemas manejados por la comunidad de agua potable y energía renovable (gracias a una micro-hidroeléctrica que provee electricidad las 24 horas).
Además, con un sistema de saneamiento de aguas residuales compuesto por 4 biodigestores, se produce biogás que se utiliza como sustituto de los combustibles fósiles, tanto en calentamiento del agua como en la cocina del restaurante. El proyecto beneficia a 35 familias.