Santiago. Aunque hace alarde de una gestión municipal eficiente, en el reglón de arreglos y mantenimiento de las obras viales, se observa todo lo contrario.Al alcalde Gilberto Serulle, que promueve con vallas y todo tipo de publicidad una agenda de 300 obras entregada a Santiago, los sectores le encaran que no ha puesto el mínimo de atención al programa de bacheo de las calles y avenidas de urbanizaciones y los barrios.
Por esa situación, transitar por las vías céntricas o periféricas es un desafío al peligro y un deterioro garantizado de los vehículos. Todo esto provoca la queja generalizada en sectores como Cienfuegos y Ensanche Bermúdez. En la Villa Olímpica claman por una solución inmediata para la avenida Menilo Almonte (Doble Vía), la cual se identifica por los hoyos enormes en forma de cráteres y el cúmulo de agua, donde los conductores hacen turnos para cruzar. Este panorama se repite en otras avenidas, como la Luperón y 27 de Febrero.