El submarino alemán Abbys, que pertenece al Instituto de Investigaciones Marinas de la Sociedad Científica Helmholtz, puede decender hasta 6 mil meros de profundidad cartografiando terrenos e identificando objetos con autonomía lo que podría dar con el hallazgo de la caja negra del avión malasio desaparecido el pasado 8 de marzo con 239 personas a bordo.
En el mundo solo hay tres robots capaces de llevar a cabo una búsqueda de profundidad en el mar y en la zona del océano índico donde se desarrolla la búsqueda.
Los científicos afirman que poco se conoce de esta zona. Sin embargo, se conoce que el suelo lo compone una inmensa cadena de volcanes, por lo que este robot deberá cartografiar varios kilómetros del fondo del mar en tercera dimensión para dar los posibles restos del Boeing 777.
Esta máquina participó en la búsqueda del avión de Air France en 2009, y halló la caja negra del vuelo.
En 2011, luego de cartografiar 2 mil kilómetros cuadrados de suelo marino esta nave consiguió no solo los restos de la aeronave, sino restos humanos luego de dos años de haberse precipitado la nave.
El sistema sonar del submarino alemán para escanear el panorama, es conocido por ser parte de los sentidos del murciélago, un sistema que envía y recibe impulsos sonoros. Como máquina autónoma establece su ruta de investigación a 25 o 50 metros del suelo. Estas características le dan un alto grado de confiabilidad a Abbys.
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