A propósito de la Feria de la chercha y el chimi, el lector Pedro Samuel Rodríguez le hace llegar a José Antonio Rodríguez, artista procedente de los sueños invencibles de los 70 (por tanto, Ministro obligado a abolir el anacrónico concepto estatal de cultura para el pueblo): “Cuando la chercha que da votos se instala, las minoritarias voces disidentes son opacadas por la estridencia mayoritaria. Sólo podría rescatarse a este pueblo de su pavoroso retroceso humano cuando se le dé la oportunidad de participar en ámbitos diferentes a su barrio; no trasladándole el barrio a todos los ámbitos”.