jueves, 17 de abril de 2014

EDITORIAL: El presidente Medina debe pedir cuentas sobre las finanzas de sus ministros y directores

La burla al Estado es una constante en ciertos funcionarios públicos. Incluso se trata de áreas del gobierno en la que se debe transmitir honestidad, honorabilidad y respeto a la transparencia. Si se cumple con las funciones que les asigna el Estado, y por supuesto con la confianza del presidente, se hace patria. Es la mejor manera de ser patriotas.

 El presidente Danilo Medina estableció mediante el decreto presidencial 486-12 que la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental haría una auditoría financiera en agosto de cada año a los funcionarios públicos, y encargó de ello al doctor Marino Vinicio Castillo, como director de esa institución.

 Según el decreto el 15 de agosto de cada año debía presentarse las informaciones de los funcionarios públicos, comenzando por el propio director de Ética, Marino Vinicio Castillo. En el 2013, cuando llegó el mes de septiembre, el Ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, recordó que era importante, para no decir obligatorio, cumplir con la disposición presidencial, y exhortó a los funcionarios a entregar los informes financieros a la Dirección de Ética. No se sabe qué pasó, o no se ha querido decir, pero la parte de los informes financieros de los funcionarios no se ha cumplido.

 Estamos camino al segundo año de gobierno del presidente Danilo Medina, que lo cumplirá en agosto del 2014, y todavía no se informa sobre los datos financieros de los funcionarios.

 Esa información es muy importante. Vivimos en un país cargado de corrupción estatal, y de una impunidad pasmosa, que asusta a cualquiera que vea de la forma en que los funcionarios públicos utilizan el dinero del Estado para su propio beneficio, e incluso la forma en que se utilizan las instancias públicas para el chantaje, sacar ventajas de pleitos en el sector privado o robarle directamente los bienes al Estado, sin que haya Ministerio Público o justicia que intervenga.

 La Dirección Nacional de Ética e Integridad Gubernamental guarda silencio. Tiene la obligación de mostrar los datos de las finanzas personales de los funcionarios, comenzando por el director de Ética, Marino Vinicio Castillo, pero no lo ha hecho, y el silencio es su respuesta a todos los reclamos que se le hacen. Gustavo Montalvo también guarda silencio, como Ministro de la Presidencia. El presidente Danilo Medina, que emitió y firmó el decreto 486-12 también guarda silencio. Nadie dice nada sobre lo que el presidente emitió como un acuerdo moral de su gobierno para conseguir transparencia. 

 Incluso, recordemos que el presidente hizo firmar a cada ministro, director general o funcionarios designado firmar un documento ético de cumplimiento de sus deberes. Y ahora nadie se acuerda de eso. Claro, que pusieron a Vincho Castillo para vigilar que esas disposiciones de Danilo se cumplieran. Y nadie las cumple, comenzando por el encargado de hacer que se cumplan.

 acento.com.do