Lo cuenta Marcos Blonda: “Una vez, un agente de AMET me puso una multa por hablar por el celular, y le dije: “Hombre, dame un chance”. He aquí su sabia respuesta: “Mire, don, si todos los dominicanos nos dedicáramos a cumplir la ley, dejaríamos de quejarnos de lo mal que está este país”. Yo le contesté: “Hermano, póngame mi multa. Ojalá todos los agentes pensaran como usted”. Que la jefatura de AMET imponga esa respuesta como consigna, y ojalá todos aceptemos que lograr la civilización en nuestras calles no es cosa de policías, semáforos, letreros y rayas. Es un puro y simple compromiso de ciudadanía.