miércoles, 31 de diciembre de 2014

Un divino gozón

Por Ramón Colombo

 ...Y dicen que Dios concluyó aquella intensa jornada semanal (cuando trabajó sin tomarse un “brake” ni siquiera para ir al baño); y que fue a la casa celestial a comerse un chivito con yuca; y que hizo una siestecita de media hora (irrenunciable tradición de dioses y de humanos verdaderos); y que, tras reflexionar sobre la infinitud de la belleza, abrió la mejor botella de su cava; y que hasta la “amaneca” se regodeó en la magia de Caetano, Manzanero, Sabina, Barbieri, Piazzola, Luis Miguel, Milanés, Jobim, Rosana, Simone, Silvio, Ray Charles… (Perdón... abro los ojos y suspiro: es que en estas vacaciones he vivido una experiencia estética para dioses).