lunes, 3 de agosto de 2015
¿Conspiración?
Al momento en que se acerca el plazo para cambiar al Jefe de la Policía aumenta la delincuencia.
Esa es una jugada de regla en la Policía nuestra, llena de generales aspirantes a jefes o a mejores posiciones con el nuevo jefe.
Es la razón por la que hay que reformar a la Policía.
El Presidente de la República no tiene la obligación de cambiar al Jefe de la Policía cada dos años como establece la ley, porque esa disposición fue declarada inconstitucional, pero en la Policía ha quedado la cultura de que a los dos años se cambia el jefe, y por eso el laborantismo que se observa.
Si el cambio fuera pacífico no pasara nada, pero es tradición en la Policía que al saliente hay que “calentarlo”, no sólo para probar que hay que cambiarlo, sino para llamar la atención del Presidente. Un deterioro del orden público es un asunto muy serio para que presidente alguno pueda pasar por alto.
Cuando en la Policía se cambie la estructura, y dejen de existir los tantos generales y coroneles aspirando, tendremos una institución profesional al servicio de la comunidad.
Porque si fuese cierto que los casos sonados de los últimos días son obra de “trabajos” auspiciados por gente de la misma institución, entonces estamos frente a una conducta delictual que hay que arrancar de raíz de la Policía.
No tiene importancia si el actual jefe es bueno o malo, porque se lo van a hacer de todas maneras.
Lo malo es que sea de la misma institución que se conspire, sabiendo el que lo hace que recibirá la misma medicina cuando llegue a la jefatura. Eso hay que acabarlo.
atejada@diariolibre.com