Esto puede variar, ya que hay caballeros que las prefieren con la cabellera de abajo abultada y otros las prefieren calvas. Una mujer que no está depilada nos dice que la fémina no se preocupa demasiado por su aspecto o imagen. Seamos sinceros: si usted compra comida y encuentra un pelo, ¿se lo comería? Lo mismo sucede en el sexo.
2. Esperar a que él haga todo.
Esto es muy común en muchas mujeres que lo único que esperan es que el hombre les ponga y disponga a su medida. Pues no! Usted también tiene que decidir, moverse, ponerse a su gusto y decir, aquí me gusta mas, allí se siente mejor. Póngase cómoda, intente nuevas posiciones y movimientos, recuerde que una relación sexual de rutina, se vuelve aburrida.
Algunas mujeres no disfrutan el dar sexo oral y otras mas repudian que se los hagan, pero eso no debe ser motivo para poner cara de repugnancia. Quizás es que el tipo tiene mala higiene y le apesta, o que usted sencillamente es timida con la situación. Mire, es mejor que hable con su pareja y lleguen a un punto medio antes que todo esto se salga de control y terminen contando su caso en el programa de la Señorita Laura.
4. Comparar su pene con otros.
Decirle a un hombre “no es tan grande como el de fulano” o “el de mi ex estaba mejor”, básicamente es castrarlo para toda la vida. ¡Detente! A ninguna mujer le gustaría que un tipo dijera “tus senos son puntiagudos, los de mi ex eran más bonitos”, ¿verdad que no? Pues desista. Por ahora no queremos tu derroche de sinceridad. La cosa es que el macho sepa hacer su trabajo, no importa la herramienta.
5. Fingir un orgasmo.
Esta de mas el dar una información amplia sobre este punto. Es mas que claro! El punto del sexo es que ambos tengan placer, pero tampoco se vale mentir solo para que el hombre quede satisfecho (luego solo lo hace sentir el gran macho) busque su placer propio también, si el hombre no le cumple, hágaselo saber para que se esfuerce mas. Busquen juntos una opción para compartir ese placer mutuo, siempre habrá una solución.
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