Las autoridades aclararon que son todos brasileños, que no se trata de miembros del grupo autodenominado Estado Islámico, pero que intentaron ponerse en contacto con los yihadistas.
Añadieron además que habían tratado de comprar un arma AK47 y que habían sido llamados a hacer un entrenamiento de artes marciales.
Las detenciones se realizaron en el sureño estado de Paraná y tuvieron lugar apenas dos semanas antes de que se inauguren los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro.
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