jueves, 18 de agosto de 2016

“Yo no fui, no era yo, no odio a los musulmanes” clama dominicano DE SANTIAGO acusado de matar islámicos


NUEVA YORK. El dominicano Oscar Morel, de 35 años de edad, acusado de matar a dos líderes islámicos de una mezquita en Queens, exclamó que no es culpable y que no estaba en la escena de los crímenes. 

 “No era yo, no odio a los musulmanes”, dijo el acusado a medios locales en breves declaraciones en un salón de la cárcel de Rikers Island, antes de ser procesado como interno para ocupar su celda. 

Morel es acusado por los investigadores de matar a quemarropa al imán (líder) Maulama Akonjee y sus asistente Thara Uddin, después de que las víctimas salieron de un oficio en la mezquita. 

 En un vídeo de seguridad se ve a un hombre como arrastrándose despacio, para posicionarse y luego disparar por la espalda y a las cabezas de ambos líderes islámicos. 

 Morel, de quien se dijo es nativo de Santiago de los Caballeros, se declaró “no culpable” en la Corte Suprema Estatal de Queens, el martes al anochecer, cuando fue instruido formalmente de los cargos. 

El abogado especializado en crímenes de odio, Leonard Reeslar, habló con la jueza Karen Goope, a cargo del caso y a la que le dijo que el dominicano niega los cargos.

 Pero la Policía dice que el examen de balística a un revólver encontrado en el allanamiento y arresto de Morel, escondido en su habitación del sótano, dio positivo y que otras evidencias lo conectan y ubican en la escena de los homicidios. 

 También se está convocando un Gran Jurado que determinará si hay pruebas suficientes para encausarlo. Morel quedó preso sin derecho a fianza. 

 “Sólo quiero decir que me gustan todas las religiones y no odio a ningún musulmán”, recalcó Morel, al hablar con los reporteros a través de un vidrio en la prisión. Fue detenido el domingo en la noche. 

 Morel, imputado de cargos de asesinatos en primer grado y tenencia ilegal de un arma de fuego para cometer los crímenes, se enfrenta a dos cadenas perpetuas consecutivas (200 años) en la cárcel, si es declarado culpable.

 POR MIGUEL CRUZ TEJADA