sábado, 3 de septiembre de 2016

¡Pobre Sonia!

La gente de este país es muy incomprensiva. Porque, ¿cómo es posible que no comprenda que a la senadora Sonia Mateo el sueldo mensual de 11,093 (que no llega siquiera al salario promedio de 22,767.90) no le alcanza para pagar una vivienda digna, las tres calientes diarias, transporte, luz, ropa, zapatos, una cirugía facial de vez en cuando para verse joven y, de ñapa, una botellita de agua para refrescarse (porque la de la llave no se puede beber)? ¡Cuánta inconsciencia en un país donde cualquier trabajador, de los que ella sacrificadamente representa, no deja su mes por menos de un millón de pesos!