Raúl Capellán, de 42 años, explicó a elCaribe que los agentes habían montado un operativo en la calle Mota, ubicada en el centro de esa ciudad, en el que presuntamente no permitíann el parqueo de motores en las aceras.
“Yo tengo un ventorrillo y el sábado llegué del mercado con unas batatas, le pedí ayuda a unos proveedores de leche policías y me dieron un golpe por la espalda e intentaron apresarme y llevarse el motor”, detalló Capellán, quien hizo llegar un video de la agresión a este diario.
Indicó que trató de aferrarse a su motor, aún encendido y con la llave puesta, para que no se lo llevaran, sin embargo, como se aprecia en el video, los agentes, los cuales identificó a dos como Santo y Brito, lo soltaron a la fuerza, cayendo el motor al suelo.
Se escucha a uno de los agentes decir que se lo lleve con todo y motor y le dan un golpe en el vientre. Continúa el forcejeo y Capellán entra a un banca que está al lado de su negocio, de ahí es sacado a la fuerzas, a golpes y es cuando es arrastrado por el piso.
Tres de los agentes lo dominan en el piso, siempre utilizando violencia, un se le coloca encima a Capellán, le colocan unas esposas; uno se le arrodilla en las piernas, mientras que otro le abofetea la cara.
“Tráncalo y mételo para allá… dale para allá” se escucha decir a uno de los agentes policiales. Mientras, Capellán le pide a sus vecinos que graben la acción y tras quejarse, le dice a los policías que tiene un bebé de tres meses.
Luego de la golpiza fue dejado en libertad, pero su motor le fue retenido.
Capellán se queja que pese al supuesto operativo, las aceras se mantienen ocupadas por motores y pasolas, sin que los mismos agentes hagan nada.
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