La nación dominicana enfrenta en la actualidad las consecuencias de las lluvias que están afectando la parte norte del territorio. Se realizan evaluaciones acerca de las costosas pérdidas materiales y las autoridades trabajan para ofrecerle al pueblo una respuesta apropiada ante el desastre causado por el paso de los aguaceros.
La población está consternada por el nivel de los daños que ha ido dejando las caídas de las lluvias, se habla de cuantiosas comunidades aisladas, muertes, miles de desplazados, puentes afectados y viviendas destruidas, desbordamientos y crecimientos de ríos y cañadas, grietas en diversos tramos de carreteras, entre otros accidentes provocados por los efectos de las lluvias.
Nada ocurre por casualidad, y Dios está hablando a la nación dominicana y al mundo por medio de los acontecimientos que nos afectan como sociedad, mediante las manifestaciones de la naturaleza. "Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos". Lucas 17: 26-27.
Estas son palabras proféticas para estos tiempos, "Entremos al Arca de Dios, construida en Jesucristo, garantía de seguridad ante el peligro de los tiempos presentes que forman parte de los acontecimientos de los días finales profetizados en la Palabra de Dios".
Dios utilizó las lluvias como instrumento de juicio en los tiempos antiguos, ÉL llama la atención de distintas maneras, habla por diferentes vías, "no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento". 2 Pedro 3:9B.
Las aguas del norte fueron también usadas por el Señor para darle una lección a los Filisteos, pueblo que era hostil a los habitantes del pueblo elegido de Dios. "Así ha dicho Jehová: He aquí que suben aguas del norte, y se harán torrente; inundarán la tierra y su plenitud, la ciudad y los moradores de ella; y los hombres clamarán, y lamentará todo morador de la tierra. Por el sonido de los cascos de sus caballos, por el alboroto de sus carros, por el estruendo de sus ruedas, los padres no cuidaron a los hijos por la debilidad de sus manos; a causa del día que viene para destrucción de todos los filisteos, para destruir a Tiro y a Sidón todo aliado que les queda todavía; porque Jehová destruirá a los filisteos, al resto de la costa de Caftor." Jeremías 47:2-4.
En las actuales circunstancias que vivimos, Iglesia, es tiempo para hacer cilicio por el país, "cilicio era una tela áspera, generalmente generalmente hecha de pelo de cabra, de color negro. Este mismo material se utilizaba para la fabricación de sacos o costales.
En los tiempos bíblicos, se vestían de cilicio como una expresión de duelo, desastres personales o de la nación, tribu o una familia. Esto era una expresión de dolor y sufrimiento. También se utilizaba como penitencia por los pecados cometidos y se aplicaba para pedir misericordia especial solicitando perdón". Enciclopedia de la Biblia.
Acerca de esto, dice el profeta Daniel: "Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. Daniel 9:3-5.
Actuemos sabiamente ante las aguas del norte, volviendo a la senda antigua del cilicio y la ceniza, la oración y el ruego, al ayuno y la confesión de nuestros pecados, iniquidades y ofensas a nuestro Dios, al camino del perdón unos a otros, al horizonte del amor a Dios y al prójimo, y ÉL tendrá misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo.
Dios te bendiga
Maranatha
Pastor
Antonio Regalado