Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento Democracia, en Miami (EE.UU.), dijo hoy a Efe que esta semana enviaron una misiva a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en la que le piden proteger a los cubanos "varados".
Los grupos, reunidos en el Encuentro Nacional Cubano, calculan que entre 20.000 y 30.000 cubanos se encuentran "en tránsito" desde Ecuador hasta la frontera de México y EE.UU.
Sánchez señaló que el cubano de a pié por el momento está "paralizado", pero "después va a empezar a entrar a EE.UU. como lo hacen los inmigrantes indocumentados de otros países porque vienen escapando de condiciones adversas".
Dijo que hay "incertidumbre" en la isla, en la frontera y en Miami (Florida), enclave del exilio cubano, donde esta comunidad enfrenta un "vacío" al desconocer cuáles son las intenciones de Trump con Cuba.
La Casa Blanca anunció hoy que "revisa completamente" la actual política de EE.UU. hacia Cuba, con los derechos humanos como prioridad, pero sin ofrecer más detalles.
Al menos 400 cubanos se han tropezado con el muro que ahora es la frontera entre México y EE.UU. tras perder hace 22 días las preferencias migratorias por orden del expresidente Barack Obama (2009-2017), que durante sus dos últimos años de mandato impulsó acercamiento diplomáticos y comerciales con la isla.
Alejandro Ruiz, quien desde hace cuatro años socorre a sus compatriotas que llegan tras una travesía por Latinoamérica, explicó hoy a Efe que ya no sabe cómo alimentar tantas bocas que están quedando embotelladas en Nuevo Laredo (Tamaulipas, México).
"Tienen esperanzas de que el presidente Trump haga algo sobre el tema de Cuba. Realmente no sabemos qué va a pasar", expresó a Efe Ruiz, fundador de Cubanos en Libertad, en la ciudad de Laredo (Texas, EE.UU.).
Explicó que se está quedando sin la ayuda para atender a los cubanos, pues La Cubanísima USA, una empresa de transporte de Laredo que lo patrocina, no podrá hacerlo si no hay viajeros inmigrantes hacia Miami (Florida) y otras ciudades del país.
La puerta de entrada de cubanos sin permisos legales a EE.UU. estuvo abierta hasta el pasado 12 de febrero, cuando Obama les removió los beneficios migratorios al cancelar por orden ejecutiva la política de "pies mojados/pies secos" decretada en 1995.
Los cubanos ahora se someten a la decisión de pedir asilo político bajo un argumento de "miedo creíble de regresar a Cuba" y esperar meses detenidos en EE.UU. sin la certidumbre de que será aprobada la solicitud, o devolverse a México y por ahora esperar que Trump revierta la decisión de Obama, como se lo han pedido con carteles en la frontera.
"Después del 12 de enero empezamos con 70 varados y ya son unos 400", manifestó el director de Cubanos en Libertad.
Señaló que algunos de estos inmigrantes "desesperados" se han lanzado al fronterizo Río Grande para luego ser detenidos por la Oficina de Protección de Aduanas y Fronteras (CBP, en inglés) y "cerrar así definitivamente su puerta de entrada a EE.UU".
Sánchez dijo que desde el 12 de enero se paralizó también la salida de balseros cubanos de la isla, pero que de igual forma sigue recibiendo llamadas de familias preocupadas por sus parientes que ya habían partido por vía terrestre desde Latinoamérica, en un trayecto de meses y bajo peligrosas condiciones de seguridad y supervivencia.
Ruiz, por su parte, explicó que los 400 cubanos de Nuevo Laredo están por ahora en dos casas de inmigrantes y un hotel, y que las autoridades mexicanas les ha extendido el "salvoconducto de veinte días", que les permite permanecer en el país temporalmente, o si no "inmigración ya los hubiera levantado".
El activista, que ha ayudado en la recolección de alimentos, ropa y productos de aseo personal, dijo a Efe que cubanos de Las Vegas (Nevada) llegaron este jueves a Laredo con 22 toneladas de donaciones para los varados.
Indicó que aquellos cubanos que han tratado de pedir asilo han regresado a México con las ilusiones destrozadas.
Desde enero pasado los cubanos que ingresan de forma ilegal a Estados Unidos carecen del permiso temporal de residencia y, en caso de pedir un asilo político, lo tendrán que solicitar en igualdad de condiciones que el resto de inmigrantes.