jueves, 29 de junio de 2017

No había que ser adivino

Desde el “retiro” de Floyd Mayweather y la escapada de Manny Pacquiao a sus labores congresuales, sostuve, sin ser un adivino, que tarde o temprano se produciría la revancha. 

 Floyd combatirá oficialmente el 26 de agosto con el peleador Conor McGregor, a quien debe derrotar con facilidad, porque será un show para entretener a las masas “hambrientas” de pan y circo. 

Además, ya se proyecta que las ventas superarán Floyd-Manny, que en términos reales generó sobre los 600 millones de dólares.

 Manny, por su parte, pelea este sábado en Australia ante Jeff Horn, exprofesor de escuela de 29 años, de escasa o ninguna calidad boxística.

 El australiano debe ser el primero al que Pacquiao derrotará por la vía rápida en los últimos seis años. Ante victorias prácticamente seguras de ambos, el camino a seguir, será la revancha, que aunque no igual, volverá a generar ganancias extraordinarias.

 Lo primero que se comenzará a explotar es que Pacquiao quiere “sangre”, porque cuando combatió ante Floyd alegó que estaba lesionado de su mano derecha.

 Así las cosas, vayan preparándose para ver el segundo espectáculo más caro del mundo.

 Por: Hugo López Morrobel