Según las autoridades, Miguel González era el único de los cuatro agentes que acudieron al lugar de los hechos que no había sido entrenado para enfrentarse a individuos con problemas mentales, un hecho que cobra relevancia si se tiene en cuenta que el oficial, asignado al Distrito 17, también disparó a un hombre bipolar el 26 de octubre de 2016.
En aquella ocasión, de acuerdo a medios locales, la víctima, Davonte Pressley de 23 años, también amenazó a González con un cuchillo en el exterior de una lavandería ubicado en East Flatbush, aunque dicho altercado no se saldó con ninguna víctima.
Terence Monahan, jefe de Patrullas del NYPD, aseguró en una rueda de prensa que la madre del fallecido informó a los agentes de la ubicación de su hijo pero en ningún momento les avisó de que estaba armado.
Una vez dentro del apartamento, Jeune se abalanzó sobre los policías con un cuchillo de cocina de 10 pulgadas en la mano, y fue entonces cuando el oficial Gerlecheski, que sí había recibido un entrenamiento CIT (Equipo de Intervención en Crisis) para tratar con personas con enfermedades mentales, intentó reducir al atacante con una pistola paralizante, aunque sus intentos no dieron resultado.
Viendo que la vida de su compañero tumbado en el suelo corría peligro, González se adelantó y, siguiendo sus propios instintos, disparó en cinco ocasiones en el pecho a Jeune, quien perdió la vida en el acto.
El entrenamiento CIT ayuda a los oficiales del NYPD a manejar situaciones potencialmente violentas en las que están involucradas personas emocionalmente inestables o con problemas mentales.
La Unidad de Servicios de Emergencia suele ser la encargada de enfrentarse a casos como el de Jeune pero ninguno de sus agentes fue enviado a la escena de los hechos porque nadie mencionó la presencia de un individuo con dichas características.
@eldiariony