El bebé estaba en condición grave y los médicos no esperaban que sobreviviera. Tres personas fueron detenidas por homicidio y otros cargos a ser presentados el jueves por la tarde, dijo el portavoz de la policía Anthony Guglielmi.
El cadáver de Marlen Ochoa-Uriostegui, de 19 años, fue hallado el miércoles detrás de la casa. Su familia la había estado buscando desde que desapareció hace más de tres semanas, organizando operativos de búsqueda, dando conferencias de prensa y presionando a la policía para que informe sobre las novedades del caso.
A la mujer embarazada se le vio por última saliendo de la secundaria a la que iba el 23 de abril, el mismo día que se llamó a los paramédicos a la casa ubicada a varios kilómetros de allí, en el Southwest Side, por un recién nacido con problemas para respirar.
“Creemos que la asesinaron, y creemos que el bebé fue removido a la fuerza después de que la mataron”, dijo Guglielmi, quien calificó el crimen como “un horrible acto de violencia”.
De acuerdo con la televisora WLS-TV, un representante del servicio de emergencias 911 reportó que una mujer de 46 años había llamado para decir que había dado a luz hacía 10 minutos y que el bebé estaba pálido y azul y no respiraba.
La familia de Ochoa-Uriostegui, quien estaba casada y tenía un hijo de 3 años, dijo que una mujer la invitó por Facebook a su casa y le ofreció una carriola y ropas de bebé.
“Ella estaba regalando ropas, supuestamente con el pretexto de que a sus hijas le habían regalado ropas y ellas tenían todas estas ropas para niño”, dijo Cecelia García, portavoz de la familia.
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