lunes, 25 de noviembre de 2019

Urbano y tendenciero; La Romana


La Romana

Pueblo forjado el 14 de septiembre 1944, después de varios intentos fallidos para su consolidación; Entre el sudor,  aluvión de dudas y el chu chu madrugador de la locomotora, el cual en la actualidad  transporta y detiene  los latidos de la ciudad de carne morena temerosa de la madrugada y sus encantos.


Sitio donde se entremezcla  las lágrimas y el agua del mar para disimular los movimientos estacionarios  que impiden el avance de almas vibrantes  con corazón y pies dispuestos para triturar las espinas en el camino, así como crecimiento  sin destierro y perdón.

Es un lugar sui generis con grandes espacios verdes, gran carga de circulación vehicular, ciudadanos con expectativas de avance y éxitos, negocios prósperos en Bien raíz, ejemplo latente y actual es el caso Casa De Campo Resort and Villas, los food park temáticos y productos de consumo masivo.  




De parecida manera posee un plan estratégico en proceso e intento de inclusión social en momentos que se prepara el país para el nuevo orden mundial al igual como terruño de poco accionar para reclamación, conservación y exaltación de su patrimonio o legado  arquitectónico; pero con un gran potencial desde hace varias décadas para alcanzar desarrollo sostenible en su máxima expresión en las diferentes vertientes de la vida pública el cual tiene que ver  la parte socio cultural y económica.


En la provincia se destaca la gran cantidad de centros religiosos llenos de momentos de gozo y dolor en misma magnitud  puntos de diversión para adultos como actividades alternativas  existentes para aliviar el alma en pena y satisfacer gustos multiculturales, así como la única playa pública, La Caleta, espacio alternativo para el ciudadano de a pie y turistas que se funden con el calor humano del romanense.


La ciudad intenta crecer pero la gran mayoría de terreno solo tiene un dueño “Central Romana”, carece de apoyo sistemático por parte del estado en tiempos donde el turismo es de vital importancia para conducir el área romanense en lugar más equitativo y centro de vida, sus barrios se han consolidado a base de sangre, fuego  y acción visceral, el pueblo con sus conciudadanos se está llenando de apatía para las diferentes manifestaciones permitiendo que el gallo no cante al amanecer en la Romana y la pérdida del talento, por consiguiente nueva transformación en la identidad cultural.

Necesitamos todos ver una Romana con más oportunidades para el gran conglomerado 

Deseamos ver una ciudad de ensueños, bonita y más prospera ya que, su síndico se ha descuidado de los compromisos municipales y tiene en abandono a tan hermoso pueblo poseedor de identidad propia.

Edgar Hernan
arquitectos.cons@gmail.com