El estudio se titula “El desafío del regreso a clases en medio del coronavirus”, en el que establece los retos, desafíos y ventajas de la educación a distancia en República Dominicana producto de la pandemia del COVID-19.
En su discurso de toma de posesión el presidente Luis Abinader anunció que la situación generada por el COVID-19 obliga a que el año escolar empiece a distancia y virtual, mientras que el ministro de Educación, Roberto Fulcar, dijo que en dos días dará a conocer cuándo se iniciará el período educativo y que tiene en expectativa a las familias.
“Dentro de las principales amenazas que enfrentaría la educación esta modalidad (la virtual) en el país destacan la brecha digital y los prolongados apagones que se registran en gran parte del territorio nacional”, indica el OPD.
El análisis del OPD-Funglode plantea la necesidad de llegar a acuerdos con las empresas eléctricas y con propietarios de medios de comunicación y compañías telefónicas para lograr ofrecer un servicio de mayor y mejor calidad al estudiantado dominicano, que debe ser dotado de computadoras portátiles o tabletas e internet.
La investigación del OPD-Funglode fue realizada por Vladimir Rozón.
El análisis del OPD-Funglode plantea la necesidad de llegar a acuerdos con las empresas eléctricas y con propietarios de medios de comunicación y compañías telefónicas para lograr ofrecer un servicio de mayor y mejor calidad al estudiantado dominicano, que debe ser dotado de computadoras portátiles o tabletas e internet, y que hasta el pasado año escolar 2019-2020, según datos oficiales de la Presidencia de la República, ascendía 2,871,433 estudiantes, de los cuales, 2,152,239 correspondían al sector educativo público.
Cita que en la mayoría de los países alrededor del mundo se ha optado por la educación a distancia a través de medios digitales para garantizar la continuidad de la educación.
En el caso de la cantidad de centros educativos, a enero de 2020 había 23,528 centros, incluyendo ambos sectores (públicos y privados).
Asimismo, el estudio resalta la necesidad de crear campañas de motivación para padres y alumnos y talleres de capacitación en las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) para los profesores.
“Es importante que las nuevas autoridades tengan presente los desafíos que deberá enfrentar el país si se quiere que la educación a distancia surta efecto; es imperativo resolver la brecha digital, las deficiencias en el servicio eléctrico, el impasse con padres y maestros y la colaboración de dueños de medios de comunicación”, precisa el informe del OPD-Funglode.
Abinader prometió una tablet para cada niño
“Para el inicio del año escolar, todos los niños y jóvenes de las escuelas y liceos de la República Dominicana dispondrán de una tablet o laptop para que puedan seguir su formación independientemente de cómo sea la evolución de la pandemia y su nivel económico”, anunció el domingo el presidente Abinader
Aseguró que pondrán en marcha también “un ambicioso plan para implicar a todas las operadoras de servicios telefonicos del país y asegurar la conectividad de todo el sistema educativo en un tiempo mínimo”.
Experiencia en otros países
El informe del OPD-Funglode resalta varios casos de éxito en la región de Latinoamérica con la educación a distancia como ha ocurrido en Uruguay, México, Perú, Colombia y Chile.
Según la investigación, en estos países se inició el año escolar con clases presenciales con distanciamiento físico y demás recomendaciones de la Organización Mundial de La Salud (OMS), en las zonas de menor cantidad de casos de COVID-19, complementando la labor educativa con la escolaridad a distancia, utilizando medios de radio y televisión estatales como soporte para las clases en los lugares de mayor contagio.
Sin embargo, la pieza presentada por el Observatorio Político Dominicano (OPD) aclara que en casos como el de Perú el Gobierno tuvo que comprar tabletas adicionales para satisfacer la necesidad del estudiantado que no tenía acceso a estas herramientas, mediante contratos millonarios para tales fines.
En el caso dominicano, otro elemento del debate es si se encuentra el Estado en capacidad de asumir el costo tanto de la compra de estos dispositivos como de la conexión a internet de los aproximadamente 2.1 millones de estudiantes matriculados para este nuevo año escolar, apunta el informe del OPD-Funglode.
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