La secretaria de Educación de la Sociedad Dominicana de Cardiología, Rafaelina Concepción, informó que la disminución en la atención de la patología cardiovascular tendrá una repercusión a largo plazo en todos los pacientes cardiovasculares y con otras afecciones.
A través de una nota de prensa, Concepción indicó que los pacientes con alguna sintomatología cardiovascular están visitando a sus médicos o la emergencia 24 a 48 horas después de iniciado los síntomas por miedo al contagio de la COVID-19.
“Como por ejemplo, los pacientes con infarto del miocardio que deben tratarse de emergencia. Estos retrasos hacen que ahora los cardiólogos veamos más complicaciones, porque la enfermedad crónica ha evolucionado y sus consecuencias son mayores”, señaló.
Por otro lado, la cardióloga afirmó que un obstáculo al que se han enfrentado los pacientes con enfermedad cardiaca crónica es la falta de camas en los centros clínicos, debido a que hay una sobredemanda de atención para personas con COVID-19.
Esta situación desestabiliza la enfermedad cardiovascular y aumenta la posibilidad de que aparezca trombosis venosa profunda. Además, ante la necesidad de estar en una nueva modalidad de vida, los cardiólogos debemos evaluar la cantidad de actividad física y el aumento de peso.
“Cuando las personas están resguardadas en sus hogares por recomendación médica disminuye potencialmente el movimiento y en consecuencia hay un aumento de peso. Llevando esto a aumentar lípidos y glicemia con las consecuencias desencadenadas por estos”, dijo.
Concepción indicó que los pacientes con enfermedad cardiovascular son más susceptibles a padecer el COVID-19 grave y que el riesgo está aumentado en patologías como hipertensión y diabetes, síndrome coronario agudo, lesión del miocardio, insuficiencia cardíaca y enfermedades menos conocidas pero prevalentes, como la cardiopatía reumática.
“Se recomienda que los pacientes sean evaluados en función de los riesgos de salud subyacentes, sean enfermedades cardiovasculares u otro tipo de enfermedad crónica, como parte del proceso para identificar a los pacientes con una mayor probabilidad de desarrollar una forma grave de COVID-19 e implementar cuidados específicos”, indicó.
Mientras que para las personas que tienen problemas de salud subyacentes, como enfermedades cardíacas, el mensaje debe ser que su hospital, sala de emergencias o la consulta de su médico son seguros y, si necesita ir, deben hacerlo.
“Los riesgos de ataques cardíacos y derrames cerebrales superan con creces los riesgos de contraer COVID-19 y el tiempo es verdaderamente esencial cuando surgen problemas cardíacos”, puntualizó.