La tala indiscriminada de árboles y la contaminación ambiental arruinan al río Yaque del Norte, el cual se extingue progresivamente.
Desaprensivos destruyen la flora en los entornos de la fuente acuífera, cuya acción se registra en las diferentes localidades por donde pasa el Yaque Dormilón.
Además, de acuerdo a la denuncia, diariamente se vierten basura, desechos sólidos, animales muertos y materiales fecales, situación que se torna crítica en esta ciudad de Santiago.
Se lamenta la apatía e indiferencia de las autoridades de Medio Ambiente, en vista de que nada hacen para frenar ese crimen ecológico.
La cuenca y las riberas del Yaque están seriamente afectadas por la deforestación y la contaminación, lo que implica que las diferentes especies se extingan.
También se desarrollan enfermedades infecto-contagiosas, en vista de que circulan millones de microbios.
¡Urge, entonces, que se plasme un programa de emergencia para rescatar, conservar y preservar al río "Yaque Dormilón, pero con rapidez por favor!