Escrito por: Dionisio Soldevila (d.soldevila@hoy.com.do)
Las puertas para jugar en Grandes Ligas quizás están totalmente cerradas, pero con lo que el toletero dominicano Manny Ramírez está haciendo en Taiwán, está demostrando que le queda mucho qué ofrecer en el terreno de juego.
Ramírez registra un robusto promedio de .345 con el equipo Edo Rhinos y además ha disparado siete cuadrangulares, con 17 remolcadas.
Entre los 41 hits que Ramírez ha pegado, también aparecen nueve dobles y su porcentaje de embasarse es de .400, con un slugging de .597.
Pero más que números o actuaciones individuales, Ramírez ha logrado en Asia lo mismo o más de lo que lo convirtió en un pelotero casi de leyenda en Estados Unidos, antes de arrojar positivo a dopaje en dos ocasiones.
Ramírez es querido e idolatrado por la fanaticada. Es la inspiración perfecta para los comentaristas y narradores de los partidos de Edo Rhinos, que pierden la cordura al narrar los cuadrangulares que dispara el estelar jugador.
Manny ya tiene categoría de leyenda con Edo Rhinos y es el jugador más carismático de una liga que aunque no es reconocida como “organizada” por los circuitos de Major League Baseball, sí cuenta con una vasta fanaticada y con un seguimiento de parte de los principales scouts.