Ya pasaron 11 meses desde que surgió un nuevo coronavirus en la ciudad de Wuhan, China, que paralizó al mundo al convertirse en pandemia por la enfermedad COVID-19 que genera y que dejó hasta ahora 46 millones de personas infectadas y más de 1,2 millones de muertos.
En este tiempo, los países han visto el avance implacable del enemigo silencioso e invisible, que encontró un planeta perfecto para reproducirse a gran escala, con una conexión total a través de los transportes aéreos que lo hizo conquistar más de 200 países en pocos meses. A medida que avanzaban las infecciones, también lo hacía la cantidad de personas que enfermaban gravemente (alrededor de un 20% de los contagiados), que necesitan asistencia médica respiratoria y demás cuidados intensivos en los centros de salud adecuados y aislados de otras afecciones.
Una vez analizado el genoma del virus y su comportamiento, los expertos infectólogos determinaron que el coronavirus SARS-CoV-2 tiene una evolución de 2 semanas.
Por ello, los primeros confinamientos tuvieron lugar por espacio de 15 días en distintos lugares del mundo y por supuesto en Argentina, que comenzó con un aislamiento, social, preventivo y obligatorio (ASPO) de 15 días, pero que luego se prorrogó hasta el día de hoy, que lleva más de 220.
El coronavirus golpeó con crudeza a principio de año en Europa, durante los meses de febrero, marzo y abril. Luego, los infectados crecieron en América, pero en forma más sostenida.
En las últimas semanas y con la llegada del otoño boreal, Europa ha visto crecer el número de infectados en proporciones que preocupan a las autoridades de distintos países, al punto de decretar cuarentenas severas por cortos períodos a fin de detener las infecciones.
La doctora responsable de enfermedades emergentes y zoonosis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Maria Van Kerkhove, advirtió a los países de Europa de que si no se pone en cuarentena a los contactos de casos positivos de COVID-19, se producirán confinamientos generalizados de la población. En rueda de prensa, Van Kerkhove explicó que en las últimas semanas se ha producido un aumento de la edad media de personas contagiadas de COVID-19, lo que está incrementando la tasa de hospitalización y de ocupación en las Unidades de Cuidados Intensivos. “Los países de toda Europa consiguieron controlar la transmisión del virus en primavera y hasta el verano, por lo que lo pueden volver a hacer. Podemos evitar los confinamientos si entre todos desempeñamos bien nuestro papel y esto requiere sacrificios individuales”, detalló.
Del mismo modo se manifestó el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan, que insistió en que si todas las personas cumplen con las medidas de higiene y los países trabajan para controlar los brotes se podrán evitar los confinamientos masivos. “Hay que actuar rápido, apagando los fuegos de la pandemia y esa es una responsabilidad de todos y por eso es importante que las medidas sean comprendidas por parte de la sociedad y de que todos nos unamos para romper las cadenas de transmisión”, enfatizó Ryan, que recordó que en las últimas semanas más del 40 por ciento de todos los contagios de la COVID-19 a nivel mundial se produjeron en Europa.
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