Héctor Mateo apoya mi sugerencia de sustituir esta Policía Nacional “por un organismo a la altura de nuestros tiempos, con cuerpos de investigación bien equipado tecnológicamente, distribuidos en toda la geografía nacional, y que su accionar sea sustentado en la actuación fiscal activa amparada en las leyes, no fiscales que permitan que los policías instrumenten expedientes mostrencos premeditados para que sean desestimados en la Justicia. Que se disuelva y se busque asesoría donde sea para conformar un organismo policial al servicio de la sociedad, pues lo que existe, por su oscuro historial, demanda disolución, no profilaxis”.