lunes, 26 de julio de 2021

A pedido de la FDA, Pfizer y Moderna amplían el estudio de sus vacunas en niños de 5 a 11 años


 REUTERS

Los planes de vacunación contra el COVID-19 que se vienen llevando adelante desde el año pasado han abarcado a los adultos, pero en los últimos meses los especialistas advirtieron de la necesidad de incluir a los niños, a pesar de que sus posibilidades de enfermar gravemente y morir fue estimada en 1 en 500.000. La necesidad de incluirlos se vio reforzada por la vulnerabilidad en la que han quedado los más pequeños que padecen comorbilidades y porque la inmunización de menores de edad, tanto sanos como enfermos, permitiría, según los expertos, frenar la ola de contagios que creció exponencialmente sobre todo en los países donde la variante Delta es de circulación comunitaria.


La vacuna contra el nuevo coronavirus de Pfizer-BioNTech es la única que hasta el momento cuenta con la autorización de emergencia para ser aplicada en adolescentes de entre 12 y 18 años, por parte de la Administración de Medicinas y Alimentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), lo mismo que, en Argentina, por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Moderna tramita que su inoculante reciba la misma aprobación. Ambos laboratorios se encuentran desarrollando ensayos clínicos para determinar si sus vacunas son seguras en niños de 6 meses a 11 años y cuáles serían las dosis adecuadas.



Al comparecer en una reunión televisada en Ohio la semana pasada, el presidente estadounidense Joe Biden dijo que la autorización de emergencia para las vacunas pediátricas llegaría “pronto”. Desde la Casa Blanca se negaron a ser más específicos sobre el cronograma, y no estaba claro si la ampliación de los estudios tendría algún impacto sobre cuándo se podrían autorizar las vacunas para los niños.


Según The New York Times, varias personas familiarizadas con los ensayos dijeron que la FDA manifestó a Pfizer-BioNTech y Moderna que el tamaño y el alcance de sus estudios pediátricos, como se previó inicialmente, eran inadecuados para detectar los efectos secundarios raros, incluida la miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco, y la pericarditis, una inflamación de la delgada membrana similar a un saco que rodea al corazón. Los miembros de un comité asesor de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) aseguraron que los beneficios de las vacunas para las personas mayores de 12 años superan en gran medida los riesgos, incluidos los problemas cardíacos.


Por eso, la FDA instó a las empresas a que incluyan a 3.000 niños en el grupo de edad de 5 a 11 años, el grupo para el que se esperaban los primeros resultados, advierten personas familiarizadas con la situación. Una de las personas, a quien se le concedió el anonimato para hablar libremente, describió eso como el doble del número original de participantes del estudio previsto.