La causa que dio origen a la agresión física que casi le cuesta la vida al exastro de Grandes Ligas, David Ortiz, después de la sentencia que condenó a diez de los 13 acusados, no quedó clara. Según el fallo de los tres jueces del Primer Tribunal Colegiado de Santo Domingo, el atentado iba dirigido a Sixto David Fernández, pero el móvil no fue establecido.
Al leer el dictamen, la jueza Elizabeth Rodríguez Espinal, presidenta del tribunal, sostuvo que “solamente esa parte (el móvil)” del proceso queda controvertida, pero que el plan y toda la inteligencia criminal que llevaron a cabo los condenados para materializar el atentado se pudo demostrar con las pruebas presentadas".
Detalló que Víctor Hugo Gómez, descargado como autor intelectual del crimen contra Fernández y que terminó por herir de gravedad al Big Papi, presentó como tesis de defensa que “se trató” de un conflicto que pudo haber tenido como raíz “un problema de faldas” entre Julio César de la Hoz y su primo Sixto David”.
Julio César de la Hoz acusó a Víctor Hugo Gómez de ser la persona que lo contrató y trató de limitar su participación en el intento de asesinato, pero “contrario a lo que él ha querido (...) lejos de estas pruebas corroborar su versión, de que estaba actuando por mandato de Víctor Hugo, lo que estas pruebas arrojaron es que, ciertamente, él fue quien inició toda esta trama y fue reclutando a cada una de las piezas que eran indispensable para cometer este hecho”, relató la magistrada.
Plan se armó desde prisión
El recluso José Eduardo Ciprián, quien guardaba prisión preventiva en la cárcel del kilómetro 15 de Azua acusado de homicidio, armó toda la “industria criminal” con un celular que poseía en el penal.
A Ciprián se le enviaban todas las imágenes de cómo se desarrollaba el plan contra la víctima, donde tenía “un total control y dominio” del macabro propósito, incluso minutos antes de ejecutarse, narró la jueza Rodríguez Espinal al motivar el fallo que lo condenaba a 10 años.
Había llegado a un arreglo con el Ministerio Público en el que admtió los hechos, corroborados con las evidencias.
“A nosotros tres no nos queda ninguna duda de que usted (Julio César de la Hoz) es responsable de estos hechos y que salió muy beneficiado con el trato que hizo con el Ministerio Público”, agregó.
De la Hoz fue uno de los ocho imputados que llegó a un acuerdo con el órgano persecutor. Fue sentenciado a cinco años de prisión a ser cumplidos en La Victoria.
Según el fallo, Rodríguez de la Mota, otro de los diez hallados culpables, fue quien estuvo en el bar observando la ejecución donde se hirió al exjugador de Grandes Ligas y “tenía pleno dominio de quien era la víctima, hechos bastantes graves”. Rodríguez de la Mota fue quien contactó al recluso de la cárcel del kilómetro 15 de Azua, José Eduardo Ciprián, a quien le ofreció 30 mil dólares para que reclutara los sicarios para que cometieran el crimen. A Ciprián se le dictó diez años de reclusión.
El atentado contra el recién entronizado en el Salón de la Fama de Coperstown, en Nueva York, se produjo el domingo 9 de junio del 2019 en el Dial Bar and Lounge de Santo Domingo Este. Recibió un disparo a quemarropa realizado por Rolfi Ferreyras Cruz (Sandy o Brayan), quien intentó hacer otro disparo pero el arma se le atascó. Ferreyras Cruz fue sentenciado a 30 años de cárcel.
También el motorista Eddy Vladimir Féliz García, que trasladó a Ferreyras Cruz, fue condenado a 30 años de prisión por ser parte fundamental en la trama y no solo cómplice como alegó. Ambos fueron los que recibieron la mayor condena. Los otros cinco condenados son Oliver Moisés Mirabal, a 10 años de cárcel; Gabriel Alexander Féliz Vizcaíno, a nueve años; Joel Rodríguez de la Cruz, a seis años y seis meses, a Franklin Juniol Merán y a Porfirio Allende Dechamps, a cinco años. El dictamen será leído íntegro el día 8 de febrero del 2022.
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