algunos dirigentes y simpatizantes del PLD que se fajaron en la campaña y entienden que deben ocupar un cargo en el Estado, han estado trabajando intensamente en campañas subterráneas de descrédito de algunos funcionarios, incluso de los que más y mejor trabajan. Es lamentable que se estén produciendo esas situaciones desde lo interno del Gobierno y del partido oficialista. Esto también comprueba lo que se dice de que cuando la oposición es débil y no genera peligro aparente, los que están en el poder tienden a torpedearse a sí mismos, lo cual poco a poco los debilita. Habrá que ver si el presidente Medina dejará todo como está, o investigará más profundamente para ver quiénes son los “serruchapalos”.