La joven esquiadora fue llevada de urgencia en helicóptero a un hospital de Santiago de Chile, donde llegó en pésimas condiciones, fue inducida a un coma y finalmente murió por falta de oxígeno, según los primeros reportes. "Miembro de la familia Red Bull desde 2013, Matilda será extrañada por la comunidad esquiadora, sus fans y auspiciantes", señaló la marca en un comunicado.
"Se convirtió en una miembro muy respetada y querida de la comunidad freeride, situándose en lo más alto desde hace varios años", continuó la carta.
La Federación de Esquí de Suecia también ha emitido un comunicado en el que explica cómo sucedió la tragedia. Según se indicó, era la segunda bajada del día para Matilda, en una jornada de condiciones adversas para la práctica de este deporte, aun para profesionales de su calidad y experiencia.
Súbitamente, una avalancha sorprendió a todos. La esquiadora sueca intentó esquivarla, pero finalmente fue atrapada.
Los equipos de rescate demoraron una hora y media en sacarla de allí –un tiempo rápido para las condiciones climáticas y el lugar, pero fatal para el destino de la bella deportista– y trasladarla a un cento médico en la capital chilena.
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