Las ocho leyes fueron aprobadas por el Congreso de Texas entre enero y mayo de este año, indicaron medios de comunicación locales.
Una de las normas permite a los texanos llevar armas de fuego dentro de iglesias, sinagogas y otros lugares de culto a menos que el templo lo prohíba expresamente con un cartel.
Hay otra que impide a los distritos escolares imponer restricciones en sus áreas de estacionamiento a la forma en que los titulares de licencias de armas de fuego las guardan en sus vehículos, más allá de evitar que estén a la vista de todos.
Una de las leyes que afectan a los colegios elimina las limitaciones al número de vigilantes de escuelas que pueden llevar armas de fuego, tanto en centros públicos como privados.
Asimismo, a partir de hoy en algunos hogares de acogida se podrán guardar armas y municiones, siempre y cuando estén bajo llave.
La legislación también evita que los dueños de casas en alquiler incluyan cláusulas en los contratos que prohíban las armas de fuego a sus inquilinos y invitados; y que las asociaciones de propietarios veten su almacenaje en instalaciones para arrendar.
Por último, este domingo entró en vigor otra ley que permite a los ciudadanos portar armas sin licencia en áreas que hayan sido declaradas en desastre o catastróficas.
Esas ocho normas están desde este domingo en efecto, pese a que en el último mes se han registrado dos grandes tiroteos en Texas.
El pasado 3 de agosto, el estado vivió el mayor atentado contra la comunidad latina en EE.UU., con la muerte de veintidós personas -ocho de ellas mexicanos- en un tiroteo en El Paso, en la frontera con México, cuyo autor fue detenido.
Ayer, sábado, otras cinco personas fallecieron y veintiuna resultaron heridas en un tiroteo en el oeste de Texas, donde un hombre abrió fuego desde su vehículo contra policías y viandantes en la localidad de Odessa, hasta que finalmente fue abatido por las autoridades.
EFE