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en twitter: @hectorj_cruz
Lo que sucedió en México alrededor del equipo dominicano es una experiencia desagradable. ¿Qué pasó? Se originó una controversia pública alrededor de una exigencia económica de los jugadores de que se les pague una quincena, es decir 15 días, en lugar de los 9 días que marcan el clásico caribeño (los 7 días de acción más los dos días de viaje.
Debieron incluir, también, los 3 días de entrenamientos que tuvieron aquí porque en tales fechas hubo integración al trabajo). Bueno, es lamentable esto, pero cualquier explicación se torna invalidada porque se trata de un negocio profesional (así lo llaman todos sus ejecutivos y peloteros actuantes), y como tal debe funcionar.
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¿No se firma un contrato con dada miembro del equipo a la hora de aceptar jugar? Se supone que en dicho pacto está contemplado el monto económico, naturalmente.
¿No se hizo eso o los pactos fueron verbales? Fuera de cualquier consideración periodística, son cosas que uno no entiende y que con frecuencia recuerdan que son experiencias del tercer mundo.
LAS CULPAS: Existe informalidad y bastante irrespeto, por todos lados. No solo los clubes tienen su grado de culpa, también los jugadores que se lanzan al terreno sin firmar papeles.
Ah, en twitter leí que el “sindicato” de guerrilleros del equipo dominicano lo lideran Ricardo Nanita, José Constanza, T.J. y Francisco Peña, y Fernando Tatis, el capitán rojo. Dos de las Águilas, dos de los Toros, uno del Escogido. ¿Será cierto eso? La solución final llegó por una mediación de Juan Francisco Puello, quien logró que las diferencias fuesen divididas entre dos.