Por Nathanael Pérez Neró
Antes de que los hijos mayores de Vladimir Guerrero y Fernando Tatis se adueñaran de la pista de baile del Big Show los de Julián Javier y Felipe Alou demostraron que era posible la transferencia genética de ese ADN tan valorado para jugar béisbol al máximo nivel. Jeremy Peña es el más reciente en apuntarse en la lista.
El torpedero de 24 años que lleva dos temporadas con las Estrellas azotando la Lidom con el madero, la velocidad y buena defensa es la apuesta de los Astros para intentar llenar el enorme orificio que dejó Carlos Correa.
Peña se ha convertido en la pareja número 16 dominicana de padre e hijo que pisa el Gran Circo y lo hace con credenciales para superar el desempeño de su progenitor, como ya lo hicieron los hijos de Osvaldo Virgil (Ozzie), José Canó (Robinson), Fernando Hernández (Jonathan), Tatis y Javier.
Como la mitad del grupo, Jeremy, nacido en Santo Domingo en 1997, apeló por estudiar en Estados Unidos y ser tomado en el sorteo. En 2018 los Astros lo escogieron en la tercera ronda del draft desde la Universidad de Maine, le dieron un bono de US$535,000 y desde 2020 figura entre los 100 mejores talentos de acuerdo a Baseball Prospectus.
El viernes, mientras su padre Gerónimo y su madre Celia eran entrevistados para Apple TV en el Angel Stadium de Anaheim, California, Peña pegó un cuadrangular en su segundo partido, una imagen que se viralizó en las redes sociales.
Gerónimo, oriundo de Los Alcarrizos, fue un versátil intermedista que sobresalió en la Lidom con el Licey y en los siete años que jugó en la Gran Carpa (1990-1996) destacó por su velocidad y capacidad para hacer contacto, pero los problemas físicos les pusieron zancadillas.
El estelar José Altuve no dudó en vislumbrar a quien fuera el Novato del Año en la Lidom en 2020-2021 como una futura estrellas en la Gran Carpa. “Va a ser una superestrella, me doy cuenta por su actitud. A él le importa. Quiere ser el mejor”, dijo el intermedista venezolano en los entrenamientos de primavera.
Combinación difícil
A decir por los números, en Grandes Ligas no aplica aquello de que hijo de gato es sinónimo de cazador de ratones. A la fecha ya van 22,591 jugadores que pasan por el circuito de acuerdo a Baseball-Reference y solo hay 252 han visto al menos un hijo suyo uniformarse como pelotero de la liga. Es un 1.1%, una proporción menor que la de alcanzar el Salón de la Fama.
Medido por victorias sobre jugador reemplazo (WAR), solo Bobby y Barry Bonds (220.7) y Ken Griffey Senior y Junior (118.3) superan a la de Felipe y Moisés Alou (82.1).
Tony Peña y Manny Mota vieron llegar a la MLB a dos de sus hijos, cada uno. En esa categoría el pionero fue Osvaldo Virgil, cuyo hijo de igual nombre nacido en Puerto Rico apareció en 11 temporadas (1980-1990) con Filis, Bravos y Azulejos.
Ha habido tres de lanzadores, Pedro Borbón padre e hijo, Guayubín Olivo y Gilberto Rondón, Fernando y Jonathan Hernández.
El grupo es completado por los Mondesí (Raúl y Adalberto), los García (Luis padre e hijo), el caso de Bienvenido y Cole Figueroa fueron ambos reclutados en el draft de Estados Unidos, mientras que el ex receptor Tony Eusebio vio a su hijo Julián Fernández llegar al Big Show en 2021.
-Osvaldo Virgil Sr. – Osvaldo Virgil Jr.
- Felipe Alou – Moisés Alou
- Manny Mota – Andy Mota, José Mota
- Guayubín Olivo – Gilberto Rondón
- Julián Javier – Stanley Javier
- Pedro Borbón Sr. – Pedro Borbón Jr.
- Tony Peña – Francisco Peña, Tony Peña Jr.
- Fernando Tatis Sr. – Fernando Tatis Jr.
- José Canó – Robinson Canó
- Vladimir Guerrero Sr. – Vladimir Guerrero Jr.
- Raúl Mondesí – Adalberto Mondesí
- Bienvenido Figueroa – Cole Figueroa
- Fernando Hernández – Jonathan Hernández
- Luis García Sr. – Luis García Jr.
- Raúl Tony Eusebio – Julián Fernández
- Gerónimo Peña – Jeremy Peña